Párodo
Holowitz siempre llama de
noche. Tiene una rara vocación de pesadilla y como en los sueños, habla en otro
idioma.
Holowitz llama cuando no lo
preciso, cuando no quiero hablar con él, cuando menos lo espero, cuando ya
conseguí olvidarlo una vez más.
Pero regresa. Como Freddy
Krueger.
Automáticamente, cuando él
llama, yo veo gente muerta.
*
Engel es otra clase de tipo.
Siempre está elaborando teorías filosóficas. Su más arriesgada hipótesis fue
que el bien no existe así que todo se resume a pujas entre las fuerzas del mal
y hay que ubicarse en lo menos peor. Para eso estamos. Para ser parte de lo
menos peor de lo más macabro.
Engel sostiene que por lo menos
nos involucramos cuando todos se borran. Ahí, ya solamente quedan peleando los
buenos de los malos porque los buenos a secas no resisten. Así anda el mundo.
Espero que sea eso lo que dice
tan convencidamente para alentarme.
Él habla tan mal el español
como yo el alemán.
*
La palabra ronin me la enseñó
Higa.
También me enseñó lo que era un
haiku y después un tanka, que no es un tanque.
Es muy delicado con las flores
e infalible con los cuchillos.
Además es budista en sus ratos
de ocio.
*
Van Zandwegge habla seis
idiomas. Es el más convencido de ser un apóstol. Está tan convencido que me
hace acordar al monje albino de El Código Da Vinci.
*
Goldberg maneja los números
como si contara cartas de Black Jack. Fue quién sacó las cuentas que le encargó
Holowitz. Dice Fernández Riera que “el rusito” es “ingeniero en probabilidades”
.
Goldberg es muy bueno sacando
costos. Siempre acierta con los muertos que quedan en el camino. Pronosticó
igual que un cabalista que de 120 niños, con suerte, solamente vamos a salvar
30.
Holowitz igual me llamó por
teléfono.
*
Salvar es un eufemismo.
Salvarlos de ahí, razonó
Spíndola cuando habló conmigo, tiene dos letras de diferencia con “sacarlos de
ahí”.
El problema no es ese, sino
donde ponerlos después.
*
Los hermanos Jhonston no
terminan nunca de decidirse por Greenpeace. Dice Huarkaya Anaya que como tanta
duda les hizo perder estado, están gordos como ballenas.
Su inclinación por Greenpeace
es una forma de decidir nosotros -a la hora de correr- que los que se queden
varados sean ellos.
*
Doce.
Aún así, Dios ha muerto.
(De: Viraje (Kivu Norte - Tercera guerra del Cóngo) ed. 2009