Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

De las cartas cerradas y otras incoherencias (toma de retoma)





“Los silencios se orillan en la rizada trazadura de tu boca. Hay silencios allí, quietos silencios, atónitos silencios que mi lengua degüella con la hiriente precisión de una cizalla.

En esos labios tuyos se agrupan los vientos en el trigo que se inclina frente a un salobre mar; un mar de desarmadas tempestades negras que doblegan el oro de tu cereal antiguo.

Mastico las espigas de tu lengua. Las anego con cataclismos bíblicos que arrasan la bondad de las raíces con esa amarga sal que se acumula dentro de los ojos, cuando se aprenden todas las derrotas.

Sé que, muchas veces, también te hago llorar, con la misma insolencia con que un discípulo ofende a su maestro, como un alumno hace llorar a su maestro, en esa misma, intemperante soledad. Te ofendo y te lastimo con esta misma lengua que te besa y te habla y a veces se devuelve en un silencio pródigo y esquivo, en un silencio herido de silencios que son irremediables. 

Algún alumno me hizo llorar también, alguna vez, con ríos de un dolor que se derrumba; que se derrumba y mata.

Pero tus ojos son de un metal gastado que evita las batallas como una espada azul que se ha vuelto de acero revenido. No pelean tus ojos con mis ojos de guerra y siempre en guerra. 

Tus ojos son lagos que cazan en su fondo mis tormentas más ácidas. Las capturan del cielo de las nubes y las hunden en fosos donde hay peces y anémonas que bailan suavemente, como si acariciaran los relámpagos.

Me entrego a tu hermandad de lentos caracoles, ajeno a los disturbios, con esta vejez sutil que nos va aconteciendo lo mismo que un sedoso musgo acontece sobre una pared que da al oeste. Me entrego a la dulzura de tu sombra que refresca despacio mi cuero trajinado a cicatrices y soy eso pacífico que lentamente se deslíe en el mundo feliz de la pasividad.

Puedo ser melancólico en tus manos. Puedo ser feliz. Puedo ser triste. Puedo ser yo, como una cosa simplemente lacónica. 

Puedo ser. Eso alcanza.

Desde tus manos soy un descubrimiento que pervive en el don de ser sí mismo”.


 (Del trabajo de a-gente y otras historias urbanas)


Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

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Feria del Libro de Jerusalem - 2013

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Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe