Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

De las cartas cerradas y otras incoherencias (tomo II)




רות
 

Te miro junto a mí, intacta y ancestral, serena como Ceres dormida, así de pródiga. Un perfecto prodigio inclaudicable en su esencia cereal, tu voz etíope que surge como un rito desde la profundidad de los dilemas.

Tu nombre te define y estás conmigo como un tambor de Dios, una impredecible manifestación de la fuerza. Estás conmigo como un hecho de fe.

Te miro, y veo una niña dormida, amasada de trigo en la mañana, humectada con leche y repujada en sol. Estás hermosa como hace veinte años, y en tu belleza, en esa inmunidad de tu belleza, no hay nada perfectible, porque tu serenidad no es perfectible. Es una balsa dulce que redime la furia del naufragio y surca un mar que, domesticado por tus manos, se le entrega.

Reconozco tu aroma cuando me llega a través del aire. Tu aroma me da fuerza y alegría. Me hace salvo.  Y tu risa es una explanada con magnolias, la sombra sideral de una alameda, un mundo hecho con nidos.

Tu nombre te define como un gesto de Dios entre mis ojos y una señal de paz en mi latido.

Tenía que dar la vuelta al mundo para volver a hallarte en nuestra casa, con tus manos dispuestas al atajo que crean las caricias y tu boca dispuesta a enseñarme un poco de tu sabiduría, de toda esa inquebrantable firmeza de tu paz.

Ahora te siento respirar sobre mi pecho y tu respiración se lleva mis tormentas como un viento de frutas, como un montón de alas que te prestan los Fénix de la vida y aquí estamos, en una noche verde que vaticina invierno, después de hacernos el amor como dos jóvenes que se vuelven sanamente vírgenes cada vez que se rozan.

Estás feliz. Tendremos ya tres hijos cuando llegue el invierno y esta casa será una casa ancha y perdurable, repleta de familia, ahíta de risas. 

Sin vos, no lo habría conseguido. Sin tu perseverancia, sin tu fidelidad de esposa bíblica, sin tus pausas que obligan a pausarme, sin tus largos espacios de silencio en que debo escuchar mi corazón, sin tu discreta ternura persuasiva que señala los lucernarios en mis mapas, seguro no lo habría conseguido.

Te miro, dormida junto a mí y siento una emoción que me avasalla.

Hoy me dijiste: “Hemos soñado a tiempo”.

Y es verdad.






Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

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Feria del Libro de Jerusalem - 2013

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Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe