Llueve
sobre las ruinas.
Busqué
un ser que me sepa durante toda la mañana, pero se refugiaron, empañados,
detrás de los vidrios que quedaban intactos. Detrás de los vidrios, parecen buitres
muertos.
Una
piedra transparente y negra se alojó en mí y canta o solloza, no lo sé. Sólo sé
que me hirió casi de muerte y ahora estoy obligado a replantear mi vida.
Me
resisto a desplegar las alas de cormorán del sur.
Lucho
porque no quiero emigrar –de nuevo– a mi silencio.
Imagen by JPT Hart