Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

επιστολή





Recuerdo cuando llegaste a mí con tu corazón hecho de barcos. Eras como esos días que se fabrican a base de horizontes y yo estaba de a pie, como un viento roído, igual que hoy.

Era todo jirón y todo ráfaga.

Pero llegaste con tus proas breves que querían navegar en paz por ese lugar sórdido sin paz. Querías navegar. No había mareas, todo era tsunami y vos, ibas y venías desde la vela al muelle, atracada en el sueño de querer navegar.

El invierno nos devoraba la palabra porque todo era invierno en ese invierno, incluso la palabra.
Recuerdo aquello aun cuando lo olvido. El bienestar ocurre en mi memoria cuando hace un impasse el sufrimiento y entonces…ah, entonces, rememoro distancias que fabrico y cercanías que nunca estuvieron y me hago con los aromas de tu cabello sucio por las demoliciones, con este olfato que ha perdido el rastro de todos los perfumes.

Huele a escombro y a pólvora tu pelo en mi memoria. Huele a llaga tu pelo en mi memoria.
Ahora estoy ahíto por este mar de tierra. Hay esa cosa de lo inconmensurable aquí, como un recuerdo que no acaba nunca y que parece escrito igual que los graffitis, en todas mis paredes de aire. 

Los recuerdos son como las aves, macizos en un mundo de invisibles. Cuando ya creo que te olvido, me mandás una carta. Entonces no te olvido. Es como si jugaras con un reloj de arena a detener la vida una vez y otra vez en esa ensoñación de tu memoria que padezco por lapsos.

Aquella vez te dije que eras una virgen mojigata de cadera bravía. Tu mano se rompió en mi mejilla como si te hubiera maldecido mi boca. Te dio ira saber que me gustaba tu cadera pulposa en ese tiempo sin frutas ni madera, porque querías que mis ojos torpes vieran primero tu corazón. 

Entonces no te amaba. 

Entonces no te amaba y los dos lo sabíamos. Yo no tenía tiempo para amar y los dos lo sabíamos, como sabíamos que un solo amor no alcanza para dos.

Ahora sí te amo. Te amo mucho. Te amo desde aquí, desde el recuerdo que no se hace olvido, porque hay cierto idealismo en el amor cuando después de que ha pasado, se descubre que estuvo y no lo vimos. Te amo con nostalgia o amo tu nostalgia y ese reposo manso de tus ojos bovinos y pacíficos, que habita mi memoria. Estás guardada en ese pliegue de mi propia vida, como un pétalo seco. Estás ahí. Te encuentro cada tanto cuando hojeo mi libro de idioteces, porque, ya sabés, tengo un largo libro de idioteces que describe en mi vida todo aquello que dejé pasar.

Ahora que es tan tarde, sí te amo.

(La pasión triste) 

Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

Registrados... y publicados, además.

Safe Creative #1006060192036

Todos los derechos están reservados

Safe Creative #1209172351784

Feria del Libro de Jerusalem - 2013

Feria del Libro de Jerusalem - 2013
Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe