Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

La palabra a(r)mada

Imagen by George Brassaï

Recuerdo aquello, a veces, de la palabra a(r)mada,
la palabra imbricada en un hecho de guerra
entre dos mentes ávidas, locuaces, divisorias
que disputan la voz
en el largo infinito de las jaulas.

Ese frágil poder irreductible
en su simplicidad, solo palabra a(r)mada
sobre el campo profundo de los días,
la boca de la idea,
la mirada del mundo,
sus vanguardias nivosas,
sus nieblas paroxísticas,
el canto derramado
que embarra las rutinas avarientas,

y la palabra como libertad,
el desahogo en tiempos de exorcismo,
la búsqueda de hallar lo diminuto
que hay en la diferencia,
en la brecha final
donde la espera deja de ser acto para volverse espíritu.

Palabra despojada,
entrega entre dos fuegos,
cópula mineral que reinventa lenguas en la piedra
y esparce la ceniza sobre el altar sin ritos,

esa palabra a(r)mada, revuelta y de regreso
como una rebelión de pájaros y agua.






Yo siempre fui de ausencia.

Una palabra libre, liberada, rauda sin ala en vuelo,
apenas la palabra en la gota de sangre,
en el hondo arrabal del alarido.

Yo siempre fui de ausencia.
De silencio.
Y mordía, voraz, tu cataclismo de mieles invencibles
-esa bondad sin nadie que te cabe
en los pechos perpetuos,
que se ajusta a tu clítoris,
que sube por las pampas vencidas de tus muslos-.

Tanta palabra al pedo sobre el papel del canto,
tanta arbitrariedad de la etimología,
la percepción del día entre tus dientes,
tu lengua frágil de saliva diáfana.

La palabra, tu aliada en el contorno
del libro de los mapas de dibujar el mundo
donde no peregrino,
donde clavo mi vara para alzar mi desierto
de jaimas y temblores.

Y siempre estás
en la curva modesta y en el acantilado
con que mi mar se estrella como un albatros roto.

Siempre estás.

Una quimera llena de pan blanco
y de palabra húmeda, fructífera, inclemente.

Siempre,
tu vendaval de rosas y granadas,
un camino sin Hansel que yo recorro a tientas
semilla por semilla,
pan por pan,
grito por grito, también roca por roca.

Cuando me regresó la voz
no era de día.

(De: La palabra a(r)mada - ensayos sobre escritura)

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Uno mismo

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Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

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Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
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Feria del Libro de Jerusalem - 2013

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Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe