Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

La luz apagada





Trajimos de regreso a las mujeres que se habían llevado las milicias. No a todas. Algunas murieron antes de que nosotros llegáramos. Siempre es así.

Las regresamos pero ellos las apartan. No las reciben de nuevo en su comunidad. Ahora no existen. Las milicias las raptaron en el campo y cuando recogían la leña y eso significa que se fueron para siempre, que dejaron de pertenecer a su familia y a su sociedad.

Niñas algunas, jovencitas otras. También alguna madre que perdió el derecho de ver a sus hijos nuevamente. De ellos se hará cargo el marido, que adopta la condición de ex y será ayudado por su familia en la crianza. 

La familia de la madre no tiene derechos sobre los niños, porque la deshonra es una especie de plaga contagiosa que no solo abarca a la víctima, sino a toda su rama familiar.

Mi hija ya ha pasado en nuestra anterior Delegación por estas circunstancias, pero igual se rebela, se enfurece, increpa a los hombres en un francés rabioso que me veo obligado a contener.

Ionit se suelta de mis brazos y se va. Hace lobby con el Condorito, como buenos primos, desde lejos. Vlady también la reprende con gestos de silencio pero no opina en voz alta. Solamente hace gestos.

La médica se ocupa del estrago. Le hago un gesto a mi hija, para que colabore con la médica, la comadrona y las enfermeras improvisadas con las que contamos, que pertenecen a la parte cristiana de este mundo que a veces se vuelve irreflexivo. Las hemos entrenado porque son más accesibles que las musulmanas y se adaptan mucho mejor a las contingencias que implica sobrevivir.

—Por lo menos, no las lapidan —dice alguien.

Yo no sé qué es peor en esta sociedad. 

Dispongo que mientras ellas pasan por el puesto sanitario, mis hombres les acondicionen un lugar donde vivir. 

—Alguno de esos edificios —indico y voy a negociar con sus familias que por lo menos les entreguen las ropas que dejaron en las casas, antes de la catástrofe.


(De: Gordiano - Diarios del Sahel) 


Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

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Feria del Libro de Jerusalem - 2013

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Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe